Los vinilos decorativos son de un material plástico -pvc- con una parte adhesiva y la otra con una amplia gama de colores, acabados en brillo o mate y algunos especiales, plateados, dorados, etc. El vinilo se ha empleado tradicionalmente en el sector de la publicidad exterior y la rotulación para fabricar vallas, rótulos, publicidad de vehículos comerciales, etc. Desde hace un tiempo se ha consolidado también como elemento decorativo, gracias a su versatilidad y grandes posibilidades para crear ambientes.

En general, los vinilos de pared para decoración de interiores o incluso en exteriores se venden con dos tipos de acabados que potemos utilizar en la vivienda:

  • Vinilos de superficie normal. Los podemos adquirir más baratos, así que cuidado con lo que compramos si queremos que duren.
  • Vinilos de superficie lavable. Éstos últimos permiten lavar la pegatina con un paño húmedo tantas veces como queramos, y son sin duda, los más adecuadas si queremos el vinilo para decorar una habitación infantil o cualquier otro ambiente muy sufrido.
  • Vinilo esmerilado. Es similar a un vinilo tradicional para paredes pero con la particularidad de que deja pasar la luz y protege la intimidad del espacio. Se utilizan normalmente en exteriores y su resistencia a factores externos o el calor es más alta. Si son colocados – por ejemplo – en grandes ventanales, aíslan del calor y protegen de la radicación solar.
  • Vinilo de corte. Es una película autoadhesiva, se utiliza en la rotulación de superficies planas y onduladas o para la decoración tanto en interiores como en exteriores. Este modelo es troquelado con un plotter (Una función de corte que permite cortar imágenes de gran tamaño), además tienen el mismo color por la superficie adhesiva que por la parte exterior.
  • Vinilo impreso. También tiene un film autoadhesivo, prácticamente con los mismos usos que el vinilo anterior. La diferencia radica en que su base es blanca y se aplica por medio de la impresión en la superficie y se utiliza en interior.